Nuestra historia

En el año 2020, en medio de la oscuridad que envolvía al mundo durante la pandemia, una familia emprendedora se vio enfrentada a un gran desafío. El restaurante Mesquearros, un lugar que por años había sido el corazón de encuentros y delicias culinarias, se vio obligado a cerrar sus puertas. La tristeza y la incertidumbre invadieron sus espacios, pero la determinación de esta familia no se apagó.

Fue entonces cuando surgió una chispa de esperanza. Conscientes de la necesidad de reinventarse y adaptarse a las circunstancias, surgió la idea de incursionar en el mundo de las máquinas expendedoras y el catering profesional para empresas.
Con mucho esfuerzo y dedicación, la familia transformó su almacén en un centro de operaciones para estas nuevas actividades. Cada día, preparaban con cuidado los productos para ser distribuidos a través de las máquinas de vending en lugares estratégicos de la comarca, y ofrecían servicios de catering para aquellos trabajadores que seguían acudiendo a las empresas que mantenían sus puertas abiertas ofreciendo, en la medida de lo posible deliciosos platos y refrigerios como habían hecho en el restaurante.

La respuesta fue increíble. Las personas, ávidas de un bocado de normalidad en tiempos difíciles, encontraron consuelo en los productos ofrecidos por esta empresa familiar. Las máquinas de vending se convirtieron en pequeñas despensas de esperanza, llevando un poco de alivio y comodidad a aquellos que se encontraban lejos de sus hogares.

El catering profesional también encontró su lugar en el corazón de las empresas que, a pesar de la adversidad, buscaban brindar a sus empleados un respiro de la rutina y una muestra de agradecimiento por su labor.

Pero la historia no termina ahí. Con el paso del tiempo y la superación de la pandemia, el restaurante Mesquearros pudo finalmente reabrir sus puertas. La ciudad de Lliria recibió con alegría y emoción la noticia de su regreso. Los antiguos clientes volvieron a saborear sus platos favoritos y nuevos comensales se sumaron a descubrir los sabores únicos de la casa.

El restaurante, gracias a la resiliencia y adaptabilidad de la familia, logró recuperar su estatus pre-pandemia. Se convirtió nuevamente en un punto de encuentro para aquellos que buscaban disfrutar de momentos especiales y experiencias culinarias inolvidables.

La historia de esta empresa familiar es un testimonio de perseverancia, creatividad y amor por lo que hacen. Superaron la adversidad, se reinventaron y, finalmente, alcanzaron la gloria de ver su restaurante brillar una vez más.